lunes, 31 de enero de 2011

Don Viegues de las Vegas, Nevada

A diferencia de la forma en la que escribo siempre, hoy voy a romper un poco la línea y hacerlo con otro tenor.

Esta mañana salí al aire por la 100.7 Mhz, Blue, en un programa que se llama Lado B.
El conductor es Diego Scott, que en este momento estaba acompañado por Diego Iglesias. Así que la cosa fue 3D.

Ya que estoy contando esto, voy a explicar el por qué del título de este blog.
Mi nombre es Diego, que fácilmente se puede convertir en Diegues.
Por otro lado Don Diego de la Vega, el Zorro en castellano, también se llamaba Diego.
En la otra esquina estaba Las Vegas, Nevada, una ciudad conocida que no necesita presentación.
Mi compañero de departamento con el que vivía en el 2005 metió todo en la liquadora de su mente, agregó una V y salió un Don Viegues de las Vegas, Nevada.
Así que se lo debo a él, Látigo.

Ya que estoy, aclaro que el que quiera aportar a la causa haciendo comentarios constructivos en cualquiera de los posts, puede sentirse libre de hacerlo.

La vida es una fiesta. En cuanto consiga entradas me mando.


martes, 25 de enero de 2011

Pensamientos Mágicos

Ideas irreales. Apoyadas sobre bases delirantes. Son como una bicicleta fija. Te llevan a ningún lado. Rápido.
Hace unos días dije, sin medir mis palabras y a quien se las estaba diciendo:
“Hay $30 millones en el Quini 6, que bueno sería ganármelos y no tener que trabajar más”.
La respuesta que obtuve fue:
“Pensamientos mágicos”.
No hizo falta ningún tipo de aclaración, explicación o agregado necesario para entender la toxicidad de esos pensamiento mágicos. Creo que tendrían que llamarse Pensamientos delirantes que te mantienen en una nube de pedos viviendo una irrealidad que nunca se va a realizar, pero claro, ese nombre es muy largo.

Lo peor de todo no es su nombre, lo peor es lo identificado que me sentí. La cantidad de veces que solucioné mi vida durante unos minutos delirando con mi máximo poder de imaginar situaciones tan ideales como improbables, algunas hasta desafían las leyes de la física!

Es como drogarse. Es escapar a la realidad imaginando otra, imposible, donde algo de mi vida que no me gusta, está solucionado. Casi puedo saborear su dulce sabor. Es como oler las milanesas con puré de mamá. Sabés que estás a minutos de zaparte cuatro formidables milangas. Pero en este caso, la milanesa nunca llega.

EDIT: 27/01/2011
Me quedé pensando un poco más en esto que escribí y me gustaría agregar que los pensamientos mágicos también aportan su toque de color a la vida.
El problema no es tenerlos, si no que ellos nos tengan.

jueves, 20 de enero de 2011

Baterías

Soy de la generación donde las baterías tardaban mucho más en cargarse que en gastarse.

miércoles, 19 de enero de 2011

Insectos

Capítulo I - Buscar y encontrar

- ¿Cuánto es? - Preguntó mientras sostenía el periódico del domingo en su mano derecha.

El kiosquero hizo una seña que no comprendió. A lo mejor no había entendido la pregunta. Por las dudas extendió un billete que cubriera el valor y recibió su vuelto.

Caminó hasta llegar un bar ambientado con una decoración retro. Escogió una mesa y abrió su diario en la sección de empleos.
Casi todos los avisos le eran familiares. De hecho no era la primera vez que compraba el periódico y conocía perfectamente su valor, así como la esquina superior en la que estaba impreso. Pero simpre preguntaba por las dudas algún día, por error, le dijeran de menos y se pudiera ahorrar unos centavos.

Había intentado aplicar a casi todos los empleos a los que podría aspirar, pero sin suerte. Ya estaba por cerrarlo y buscar alguna excusa para no pagar su café cuando vió un recuadro que no reconoció.

“Se busca jóven discreto para limpieza especial”

No tenía la menor idea de que podía ser eso, pero si la paga era buena, entonces era bueno para él. Llamó al número indicado e intentó concertar una cita. Pero en lugar eso, se le solicitó un número de teléfono al que contactarlo en los próximos días.
Ya era viernes cuando el teléfono, de su vecino, porque el suyo ya había sido cortado por falta de pago, sonó y se le avisó de la fecha y hora para su entrevista.

Era una gran galpón en una zona industrial. Una pequeña puerta y un timbre era todo lo que se podía ver que no sea la pared que lo cercaba.

- Diga su nombre. - Dijo una voz que salió del intercomunicador.
- Marco Hummings

Nadie contestó, pero el sonido timbrante del electroimán del pestillo fue suficiente para saber que debía tirar de la puerta.
Caminó por el pasillo como si supiera por donde ir, hasta llegar a una oficina que se encontraba al final.

- Bienvenido. Soy el doctor Isaac Newton.

Marco lo miró sin saber si debía reír ante el chiste que acababa de escuchar.

- Se que parece una broma, pero ese es mi nombre. Tome asiento por favor.

La entrevista ya se estaba haciendo muy larga. Marco no tenía ninguna duda de que el Doc se estabas asegurando de que si él tomaba ese trabajo, era porque no había podido conseguir otro.

- Es muy importante que usted entienda que su discreción sobre cualquier cosa que vea aquí reviste una gran importancia para mí.
- Sí, lo entiendo perfectamente.
- No, no lo hace. Pero es lógico que todavía no lo haga.

Marco levantó una ceja como desautorizando el juicio que le expedía tan cómodamente el doctor.

- Créame. De todas formas será muy bien pago, como ya le dije.
- ¿Podría decirme cual es la paga?
- Si acepta el trabajo y lo realiza como debe, la paga será de 1000 dólares por semana.

Marco intentó no mostrar la sorpresa y emoción que lo golpearon repentinamente.

- Me tomé el trabajo de investigar un poco sobre usted. Verá, me gusta conocer a mi personal. Se que necesita el dinero. Se lo enferma que está su madre y los gastos que esto le ha traído. Yo podré ayudarlo si usted me ayuda a mí. ¿Comprende?

La mirada del doctor Newton se fijó tajantemente sobre los ojos de Marco. La seriedad de su palabras y la potencia de su mirada lo intimidaron a tal nivel que cuando intentó contestar, la primer palabra que esbozó tuvo que ser repetida ya que había sido incomprensible.
Se reacomodó en su silla como intentado sacudirse la tensión.

- Entiendo perfectamente y creo que podremos ayudarnos mutuamente. Entiendo que es lo que necesita de mí y veo que sabe lo que necesito de usted.

Sonrió confiadamente, como si sus palabras no lo hubieran sido lo suficiente y necesitaran una ayuda extra.
La cara de su interlocutor no se modificó ni un milímetro.
En ese momento entró en la oficina Rastriz, como se presentó a sí mismo, y le dio la bienvenida.

Le pidió que lo acompañe para explicarle los horarios y tareas que debería realizar.
Se dio vuelta para despedirse de su nuevo jefe, pero el ya no se encontraba en la habitación.
Miró con sorpresa a Rastriz, quien sin acompañarlo en el sentimiento le indico con la mano hacia a donde se deberían dirigir.
Fueron más las restricciones que recibió que las tareas.
El empleo era simple: Limpiar. Limpiar y no preguntar.


Capítulo II - Ser encontrado

Ya llevaba un mes de trabajo. Todos los días se levantaba pensando en renunciar.
El olor, las manchas de esa baba extraña, los pedazos de algo que no podía descifrar que eran, pero que parecían restos de insectos del tamaño de una zanahoria en los casos más exagerados. Lentamente lo estaba dejando la cordura.

Ese fin de semana era el primero que podría utilizar algo del dinero, el resto había sido todo para el pago de deudas. Iría a un bar donde las botellas estén llenas y las mujeres vacías. Como él.

La noche no había sido muy buena en cuanto a mujeres, pero las copas no lo perdieron de vista. Estaba saliendo del bar y fue entonces cuando escuchó como gimoteaba una suave voz femenina.
No tenía ninguna intención de ser héroe, pero si de saciar su intriga.

Era un hombre forcejeando con una mujer. Pero ésta no ofrecía mucha resistencia y él tampoco parecía querer robarle. Incluso parecía que se conocían.
Ello lo vió y pidió su ayuda. Marco hizo su mejor actuación de ebrio que no escucha ni ve nada y siguió su camino.
La mujer corrió hasta él y se paró detrás, en seguida llegó su agresor.
La situación era confusa. Los gritos y tironeos iban y venían de todas las dirección.

Vicky cayó al suelo sobre unas bolsas de basura.
Marco intentó escapar pero terminó cayendo sobre su contricante quien se golpeó la cabeza con el suelo y quedando inconsciente.

- Muchas gracias. Muchas gracias! Me has salvado! Nunca podré pagártelo.

Marco no se había dado cuenta de lo hermosa que era Vicky. No tardó en pensar miles de formas en la que ella sí podría pagarle su acto de bravía y protección desinteresada.

Pronto convinieron que lo mejor era dejar la zona y perderse por las calles de la ciudad.

- Bueno ¿y por donde vives?
- Ahora, en ningún sitio. ¿Y tú?
- Pues yo vivo a dos calles de aquí. Sin pensarlo se ve que el instinto me trajo hacia este lado. Puedes dormir en mi cama. Tengo un sofá que me ha acogido más de una noche, no tendré problemas.

Nada más sucedió esa noche.
Los días pasaron y ambos fueron encontrando en el otro un apoyo que necesitaban. No eran la pareja ideal, pero eran lo único que tenía a la mano.
Marco nunca indagó sobre quién era el hombre de aquella noche. De hecho no preguntó nada sobre su pasado. Cuando ella preguntó donde trabajaba, él contestó que era mejor que cada uno calle su historia. Ella asintió.

- Hay algo que no te he dicho.
- Prefiero no escucharlo entonces. - Replicó Marco.
- Me gusta el peligro. - Dijo y se quedó mirándolo con cara de niña mala.
- ¿Ah sí? Pués yo tengo algo que podría gustarte entonces. - Dio un par de pasos y tomó unas llaves del cenicero de la barra de la cocina.
- Si quieres puedo enseñarte un lugar que te dará escalofríos. Pero nunca podrás comentar sobre este sitio a nadie.- Marco disfrutaba enormente sentirse tan poderoso al contar con las llaves de un lugar que estremecería a su chica.

En todo momento supo que era una mala idea, pero la tentación de ser él el que esté llevando a la ruda Vicky a un lugar como ese, era algo que no podía evitar.

- Silencio. Desde el momento en que yo abra la puerta, no podrás decir ni una sola palabra. Tampoco hacer ruidos. Nada. Sólo podrás ver y estar atenta a cualquier orden que yo te de. Y otra cosa, no podremos volver a hablar esto. ¿De acuerdo?

Marco sabía perfectamente que de noche no había nadie, y que nada iba a pasar, pero era más emocionante poner las cosas de esa manera.

- Si. Haré todo lo que tu digas. - Marco dejó volar su imaginación.

Abrió la puerta, acercó lentamente su dedo índice a su labios y los golpeó suavemente dos o tres veces. Ella sonrió.

Recorrieron el pasillo como dos agentes secretos en una misión más secreta todavía. Atravesaron la oficina y llegaron al laboratorio.
Marco iba relatando los experimentos que se iba imaginando a medida que hablaba, experimentos que podrían hacerse con todos esos instrumentos y elementos que los rodeaban.

La fascinación de Vicky enaltecían a su compañero.

Fue entonces cuando sintió ese olor pestilente que tan bien conocía. Ya había limpiado. - ¿Me habrá faltado alguna parte? - Se preguntaba mientras miraba intentando saber que era lo emanaba.

- Qué olor. - Dijo Vicky entre susurros, con una sonrisita picarezca por burlar la orden de no hablar.

Marco la miró abriendo los ojos como simulando sorpresa por haberla escuchado hablar. Pero la broma se convirtió en cosa seria cuando escuchó un sonido desgarrador. No era un animal. Por lo menos uno que el conociese. Era como si un sonido seco y chirriante saliera de alguna de las puertas metálicas de la pared del fondo. Puertas por las que él nunca debería entrar.
Había llegado el momento de irse.

Capítulo III - No querer ser encontrado

- Buenos días.
- ¿Le parece? - Dijo Rastriz. - Usted sabe muy bien cuales son los horarios en los que tiene permitido ingresar. A partir del día de la fecha vamos a prescindir de sus tareas de limpieza.

Marco se deshizo en pedidos de perdón y súplicas. Necesitaba el dinero y no sería fácil conseguir otro trabajo donde pueda ganar tanto. Rastriz lo dejaba hablar, hasta que fue suficiente.

- Muy bien. Le daremos otra oportunidad. Pero deberá hacer otro trabajo para nosotros. Se le pagará el doble. Y dado que le gusta venir aquí de noche, también deberá hacerlo para trabajar. Piense que tendrá las tardes libres. Siempre puede irse si lo prefiere.

Marco aceptó y se fue maldiciendo a su casa.

Si pensaba que lo que veía durante el día era desagradable y grotezco, entonces no exísten palabras para explicar lo que veía de noche.
Al parecer, los insectos que diseñaba genéticamente el doctor, se volvían mucho más activos de noche, y ese era el momento en el que se alimentaban, reproducían y, aunque suene ridículo, parecían jugar.
Algunos eran del tamaño de un perro mediano, otros como gatos. Algunos como palomas. Su formas eran tan variadas como sus cantidades de patas, ojos y alas.
Brillaban, eran como cucarachas enormes. Su cabezas llenas de ojos vacíos miraban en todas las direcciones. Eran terriblemente agresivos y desagradables.
El suelo se encontraba repleto de excrementos. Definitivamente esperaba no tener que limpiar eso.

- Descuide. Nadie puede entrar, así que no se limpia dentro. - Rastriz supo leer la expresión de Marco.

Si Vicky viera eso, nunca más en su vida podría olvidarse de él. Nadie podría superarlo. Ella quedaría totalmente impresionada. Tenía que llevarla.

- Ésta es la cámara principal de insectos. Hay otras más. Pero son más pequeñas y su contenido es tanto más peligroso. Por ahora, usted deberá asistirme en la captura de los insectos que debemos sacar para trabajar sobre ellos.

A Marco no le gustó nada la forma en la que dijo ese trabajar. Comenzaba a entender de que se trataba todo lo que había limpiado en el labortario. Pedazos cercenados de esos insectos inmundos.

- Vicky. Es hora de que sepas algo. El sitio al que fuimos esa noche. Bueno, ese es el lugar donde trabajo.
- Lo imaginé. - Dijo con cara de tonta.
- Sí. - Dijo él. - Pero lo que vimos no es nada. Puedo enseñarte algo cien veces más estremecedor. Sólo tengo que encontrar el momento apropiado.

No tenía ni la menor idea de como iba a hacer para entrar sin ser vistos, ya que la primera vez fue descubierto, al parecer, sin ningún problema. Pero su necesidad de pasar a la historia en la historia de Vicky lo iba a llevar a encontrar la manera.

Comenzó a comprar el periódico los domingos otra vez. Nunca encontraba lo que buscaba hasta que un día vio un recuadro en la parte inferior de la página que le pareció familiar.
Vicky no tenía servicios a su nombre, no tenía casa, no tenía parientes. De hecho Marco dudaba que su nombre real sea Vicky. Si se presentaba al puesto de limpieza diurno, iba a ser mucho más fácil llevarla al sector de cámaras de insectos.

Lamentablemente Vicky quedó seleccionada. Quizá un descuido de su empleador. Quizá ella era muy buena en lo que hacía. La cuestión era que empezaba el próximo Lunes.

Rastriz recién la conoció ese mismo Lunes, no había podido tener el gusto antes.
Esa misma noche cuando Marco llegó lo miró despectivamente.

- No aprendes eh.
- ¿Perdón?
- Te felicito. Lo han hecho bien, pero cometiste un error. Uno solo. Llevar una foto de ella en tu billetera. Un gran y tonto error.
- Bueno, está bien. - Dijo Marco. - Es verdad. Es mi chica. Pero ella es muy valiente y sabe guardar un secreto. No tiene familia ni amigos. Es ideal para este trabajo. De hecho, podría ayudarnos a nosotros. Sabes que ya no damos a basto los dos.

Rastriz lo miraba. Por un lado Marco tenía razón. Por otro lado, Marco se había pasado de la raya. Por segunda vez.

- Está bien. Seguiré tu consejo. Pero ella no podrá venir los días que esté indispuesta.
- Marco no hizo preguntas y se dedicó a su trabajo el resto de su turno nocturno.

La cabeza de las mujeres puede afectar mucho a su cuerpo. Bastó con que se le diga que no se presente los días que esté indispuesta para convertirse en la chica más irregular de la ciudad. Una noche, ese período llegó antes de los esperado.

- ¿Que sucede? - Gritó Marco.

Los insectos estaba desquiciados. Golpeaba el vidrio y se atacaban entre ellos. Era como si una ira los invadiera.
En ese momento estaban transportando uno en una pequeña jaula como las que se usan para los animales en los aeropuertos. Pero con algunos refuerzos para resistir a sus huéspedes.

- ¡No lo puedo sostener! ¡Se mueve mucho!

La caja se partió y una antena salió rápidamente por la rendija. Luego una pata y a continuación otra. En muy pocos segundos se encontraron envueltos en una carnicería. El insecto se disparó hacia la pelvis de Vicky y le produjo una daño irreparable. En poco tiempo murió desangrada.
Marco no fue mordido, pero las patas del insecto se encontraban provistas de puntiagudas espinas que lastimaron severamente su carne.
No fue hasta que Rastriz le propinó un hachazo directo a la cabeza que el insecto dejó tranquilo el cuerpo de Vicky.

Capítulo IV - Encontrado por el hambre

LLevaba dos semanas en unos pequeños dormitorios, alejados de las jaulas, pero dentro del galpón. Debía hacer reposo. No podía trabajar ni volver a su casa. No en esas condiciones.
Rastriz se había ocupado del cuerpo de Vicky.
Marco no podía ir a ningún hospital. El doc se ocupaba de sus heridas, que no evolucionaban bien.

La comida lo repugnaba. Cada vez le costaba más tragar. Pronto descubrió que las verduras eran como comer pasto y la carne, solo la toleraba si estaba muy jugosa.
Ninguno de los dos le daba su opinión acerca de su estado, pero sabía que no era bueno.
Lo días pasaron y su problema con la comida se agragababa. Solo podía comer carne cruda.

- ¿Que me está pasando? No tengo sensibilidad en las piernas. Las puedo mover, pero no siento nada. ¿Porqué me está pasando esto? - Dijo mientras se levantaba el pantalón del pijama y le mostraba su pierna a Rastriz.
- Voy a llamar al doctor.

La pierna negruzca y de aspecto sólida había desconcertado a Rastriz, y no cualquier cosa conseguía hacerlo.

El espejo le devolvía una imagen abominable de su propio ser. Sin ningún tipo de tapujo o disimulo. Una realidad tan cruda como la carne que ya no podía comer.

- Tengo hambre. - Sus palabras eran difíciles de comprender.
- Marco. No voy a mentirle. No estoy seguro de que le pasa ni por que pasa tan rápido, pero este lugar ya no es seguro. Será mejor que se acomode en una de las cámaras.
- A mi no me van a encerrar como a esos insectos inmundos. Yo soy una persona. No un bicho.

Rastriz y Newton se miraron. Ninguno de los dos lo veía como un humano. Ya no.
El hambre lo transtornaba. No sabía que comer que no lo repugne, pero debería hallar algo pronto.

Se sintió atrapado y su nuevo instinto afloró. Pegó un salto violento y golpeó los cuerpos de los dos. Sus piernas le daban un empuje poderoso. Podía empujarse hacia adelante con una violencia perturbante. La segunda vez se golpeó fuertemente con la pared, pero su cuerpo ya era muy resistente como para morir con el golpe, como ciertamente hubiera pasado con cualquier ser humano normal.

Su glándulas percibieron un olor delicioso. Lo que sea que fuere, eso era lo que iba a comer. Comenzó a desplazarse arrasando con todo. Su segundo par de extremidades salía de sus costillas, todavía no estaban muy desarrolladas, de hecho tampoco sabía que las tenía, las acababa de descubrir. Le gustaban.

Llegó hasta la fuente del olor. Eran los restos del cuerpo de Vicky almacenados en un congelador. A pesar de su fuerza le fue muy difícil penetrar la puerta que ya no supo como abrir.
La carne vieja, que había comenzado a pudrirse antes de ser congelada, satisfacía su apetito voraz. Poco tardó en reducirla a huesos brillantes.

El gas lastimaba sus glandulas y zonas sensibles. Lo estaba desorientando. No entendía de donde provenía, pronto se desvaneció.

- Pensé que nunca caería. Llévalo a la cámara principal. Quiero ver que pasa cuando despierte entre los otros.
- Sí doctor.

Rastriz y sus dos nuevos ayudantes hicieron el trabajo.

- Este es muy grande para haber sido un perro. ¿Con que estamos tratando aquí?
- Luego les explicaré. - Dijo Rastriz con su característico tono cortante.


Nota: Inspirado en los delirios imaginarios de una Flor real.


Lluvia

Hoy llovió mucho.

Recién me preguntaron por msn, desde Punta del Este, como estaba el clima acá y dije: "Horripilante".
Pero en realidad no era verdad. No se porque cuando está nublado se suele decir que está horrible. Está horrible para ir a la playa, pero mirar la lluvia por la ventana me encanta!

Hoy no es un día horripilante.



lunes, 17 de enero de 2011

Aborto vs Eutanasia

Son dos temas que dan tela. Y tengo más preguntas que respuestas.

Con respecto al aborto, hay casos donde la mayoría estaría de acuerdo en realizarlo, como en los casos en donde esté en peligro la vida de la madre. Pero los más comunes son los casos de violación, a veces a mujeres con algún tipo de retraso mental, o un típico error adolescente, o tantas otras situaciones más. Pero siempre que se trata este tema es común escuchar que "la mujer puede hacer con su cuerpo lo que quiera". Siempre y cuando consideremos que el feto es parte de su cuerpo, no habría discusión. Si no, entonces ya no sólo se trata de su cuerpo.

Por otro lado está la Eutanasia, donde sí no caben dudas que se trata del cuerpo de una sola persona y que no hay terceros involucrados. Si una mujer es libre de realizarse un aborto, también debería poder serlo para morir cuando ella los dispusiese, ya que se trata de su propio cuerpo. ¿Si tiene plena potestad sobre su cuerpo como para realizar un aborto, entonces podría ejercer ese mismo derecho para morir? Esto si consideramos que el feto es parte de su cuerpo.

¿Se podría considerar un asesino al responsable de la aplicación de la eutanasia? En el caso de la distanasia (digamos que es lo contrario a la eutanasia) ¿Se está condenando a una persona a sufrir en vano o se le está respetando su derecho a la vida hasta el último segundo posible? Aunque no su derecho a morir.
¿Que pasa si un paciente que dio su consentimiento mientras gozaba de plena salud, cambia su idea pero ya no posee la posibilidad expresarlo? Ante una eutanasia prohibida ¿Que dilema ético se presenta si se asiste en un suicidio a una persona sin registro de inestabilidad psicológica?

En los casos donde la persona afectada esté imposibilitada de expresar su consentimiento de morir ¿Podría la familia tomar la decisión por ella? ¿Que pasaría si se pudiera dejar la autorización para donar los órganos al morir y también para que los familiares decidan si su cuerpo mal trecho por un accidente, con importante masa encefálica perdida, por ejemplo, y una vida de inconsciencia, hospital y máquinas no se debe sostener artificialmente?
¿Que piedad se le tiene a una persona que se condena a una vida de postración total, pero sin pérdida de las facultades mentales? ¿La de obligarlo a vivir así el resto de su miserable vida o la de terminar con ella?

Muchas veces escuché que el aborto se realiza y que es un hecho, tanto en los países o estados donde es legal como en los que no lo es. Dicho esto, se podría considerar conveniente legalizarlo a fin de que si se hace, se haga en las mejores condiciones sanitarias posibles y con atención psicológica. Pregunto entonces ¿Cuán errado sería repartir jeringas para reducir la posibilidad de que el intercambio de éstas al momento de consumir contagie enfermedades entre los que las comparten? ¿Que tan lógico sería legalizar la cocaína y la marihuana? Se podrían generar inmensos ingresos y hasta puestos de trabajo, se podrían exigir controles de calidad para que su daño sea el mínimo posible, se podrían destinar las ganancias a investigación y mejoras de salud, irónicamente, pero no por eso menos cierto. Las tabacaleras son un ejemplo de algo no tan distinto a esto.

Son muchas las preguntas, pero muchas más las respuestas.

viernes, 14 de enero de 2011

Nuevo Zodiaco de 13 Signos, Incluye Ofiuco.

¡¡Último momento!! (en realidad se sabe hace varios años)
¡Ahora son 13 los signos, así que toda tu vida podés haber estado pensando que nunca le pegaban con lo que te decían, pero era porque no era tu signo!

¡Sepa ya cual era su verdadero signo, traído a ustedes por Viegues! Gratis y a todo color.

Este es el nuevo calendario zodiacal:

ARIES- del 21 de abril al 13 de mayo
TAURO- del 14 de mayo al 24 de junio
GEMINIS- del 25 de junio al 20 de julio
CANCER- del 21 de julio al 19 de agosto
LEO- del 20 de agosto al 14 de septiembre
VIRGO- del 15 de septiembre al 31 de octubre
LIBRA- Del 1 de noviembre al 21 de noviembre
ESCORPIO- del 22 de noviembre al 29 de noviembre
OFIUCO - del 30 de noviembre al 17 de diciembre
SAGITARIO- del 18 de diciembre al 19 de enero
CAPRICORNIO- del 20 de enero al 15 de febrero
ACUARIO- del 16 de febrero al 11 de marzo
PISCIS- del 12 de marzo al 20 de abril

La cosa es que la rotación, inclinación y demases de la tierra no son absolutamente constantes, entonces, hay muchos momentos donde la tierra estaba influenciada por astros distintos de los pensados.
Me encantaba ser de Géminis, ser de Tauro es lo menos (con perdón de los de Tauro).

Al parecer los Mayas ya sabían que la movida era con el número 13, pero como desaparecieron todos de alguna forma extraña, entonces recién ahora nos venimos a enterar, 500 años después.


La Rana y el Escorpión

Cuenta un relato popular africano que en las orillas del río Níger, vivía una rana muy generosa.

Cuando llegaba la época de las lluvias ella ayudaba a todos los animales que se encontraban en problemas ante la crecida del rio.

Cruzaba sobre su espalda a los ratones, e incluso a alguna nutritiva mosca a la que se le mojaban las alas impidiéndole volar. Pues su generosidad y nobleza no le permitían aprovecharse de ellas en circunstancias tan desiguales.

También vivia por allí un escorpión, que cierto día le suplicó a la rana: «Deseo atravesar el río, pero no estoy preparado para nadar. Por favor, hermana rana, llévame a la otra orilla sobre tu espalda»

La rana, que había aprendido mucho durante su larga vida llena de privaciones y desencantos, respondió enseguida: «¿Que te lleve sobre mi espalda? ¡Ni pensarlo! ¡Te conozco lo suficiente para saber que si te subo a mi espalda, me inyectarás un veneno letal y moriré!»

El inteligente escorpión le dijo: «No digas estupideces. Ten por seguro que no te picaré. Porque si así lo hiciera, tú te hundirías en las aguas y yo, que no sé nadar, perecería ahogado»

La rana se negó al principio, pero la incuestionable lógica del escorpión fueron convenciéndola... y finalmente aceptó. Lo cargó sobre su resbaladiza espalda, donde él se agarró, y comenzaron la travesía del río Níger.

Todo iba bien. La rana nadaba con soltura a pesar de sostener sobre su espalda al escorpión. Poco a poco fue perdiendo el miedo a aquel animal que llevaba sobre su espalda.

Llegaron a mitad del río. Atrás había quedado una orilla. Frente a ellos se divisaba la orilla a la que debían llegar. La rana, hábilmente sorteó un remolino...

Fue aquí, y de repente, cuando el escorpión picó a la rana. Ella sintió un dolor agudo y percibió cómo el veneno se extendía por todo su cuerpo. Comenzaron a fallarle las fuerzas y su vista se nubló. Mientras se ahogaba, le quedaron fuerzas para gritarle al escorpión:
«¡Lo sabía!. Pero... ¿Por qué lo has hecho?»

El escorpión respondió: «No puedo evitarlo. Es mi naturaleza»

Y juntos desaparecieron en medio del remolino mientras se ahogaban en las profundas aguas del río Níger.

Fuente: http://maldicion-sisifo.blogspot.com/2006/07/la-rana-y-el-escorpin.html

You Will Burn In Hell

Una vez una profesora de Teología, no recuerdo su nombre, nos explicó como eran los tormentos del infierno. Los dolores físicos a los que serían sometidos los grandes pecadores.
No pudiendo resistir mi impulso, levanté la mano y se me concedió la palabra:

- Profesora, yo le quiero hacer una pregunta delicada. Desde que voy al colegio, católico, me enseñaron que Dios es todo misericordioso y que nos ama, que somos sus hijos y que hasta Jesús dio la vida por nosotros. Pero me parece que no hay mal que una persona pueda hacer que merezca una eternidad en el infierno. ¿Que clase de Dios amoroso, por 80 años de maldades en la tierra te condena a una eternidad de tormentos? Además, el humano tiene miles de fallas, es altamente probable que comenta errores, y en muchos caso atrocidades abominables, pero condenar a alguien a una eternidad de tormentos me parece desproporcionado y hasta terriblemente sádico.


No pude continuar con mi exposición/pregunta. Sinceramente no esperaba una respuesta que me satisfaga, pero como me molestaba lo que estaba diciendo la profesora, entonces en un acto de maldad que espero no me traiga una eternidad de penurias, le di un poco de su propia medicina. Le dije cosas que al igual que las que decía ella, eran absolutamente incomprobables y sin sentido.

Hablar de un Dios todo amor que te condena al infierno si sos malo es algo totalmente delirante.
Es como un juego perverso. "Creo un humano que ya se que va a hacer cagadas y después lo mando al infierno el resto de la eternindad por hacer cagadas".
No da.

Por otro lado, para las almitas temerosas de Dios les puedo decir que se queden tranquilos con respecto a dos temas:

1) El Purgatorio cerró. La iglesia sacó una resolución que no va más, así que lo clausuraron. Un lugar menos por el que preocuparse.

2) La iglesia en otro acto de infinita comprensión, mediante otra resolución divina, anuló eso de que si un infante muere antes de ser bautizado quedaba en el limbo. Ahora van al cielo derecho.

Que Dios los bendiga.

EDIT 17/01/2011: Un poco de humor.

miércoles, 12 de enero de 2011

Cinco hermanas

Llovía. Los truenos sacudían los vidrios de los ventanales. Eran como gritos explosivos que interrumpían el llanto de una niña pequeña, desconsolada.
Las oscuras paredes albergaban a las cinco. Tenían entre 6 y 12 años. Las unía la soledad.
Sabían que sólo contaban con ellas, por lo que se protegían y ayudaban a cada momento. Haber sido adoptadas juntas parecía un milagro. Pero no lo era.

Su madrasta solo las tenía para su propio beneficio. Sabía que esas caritas tristes eran ideales para salir a pedir monedas, además sabían limpiar, y si no, aprenderían. Siempre que las mandaba a pedir, se quedaba con alguna niña, como garantía para que el resto vuelva. Su inmensa frialdad y avaricia no entorpecían su capacidad para ver, aunque no comprender, lo unidas que eran y que siempre iban a volver a por la hermana que ella retenía.
No eran verdaderamente hermanas de sangre, pero no había duda que el lazo que alimentaban era mucho más sólido que sólo el de compartir padres.

Marlene envidió la unión que veía entre ellas desde el primer momento. Que se pensaban esas pequeñajas, demostrándose ese amor entre ellas y negándoselo a su madrastra que tan amablemente las acogía en su hogar.
Todos los días se aseguraba de que paguen su egoísmo. Cualquier error que alguna cometa era razón suficiente para que alguna de sus hermanas no coma esa noche. Una vez, solo porque una de ellas tenía los zapatos al revés, obligó a las otras a dormir con los zapatos puestos, también al revés.

La ciudad era grande y el infierno aún mayor. Ellas cinco no eran las primeras hijas que había tenido Marlene, no estaban del todo seguras, pero por lo menos dos hermanas ya habían pasado por esa fosa, y que al parecer ya habían encontrado su fatal destino.
Esa noche les tocaba dormir en el sótano. Marlene necesitaba estar sola y la mera presencia de ellas en la habitación contigua la perturbaba.

Sin nada con que cubrirse más que sus harapientas ropas, solo contaban con el calor de su pequeños cuerpitos para esa noche. El vidrio roto de la única ventana del sótano, que se encontraba al ras de la calle, concedía entrada libre al frio y el agua gélida de la lluvia desconsiderada.
Cami, la mayor, ya lo había decidido. Se iban a escapar de esa casa del horror. Pero todavía tenía que resolver el problema de la rehén de turno. Su cabecita buscaba incansablemente la forma de liberar a sus hermanas. Fue en ese momento cuando supo que la oportunidad estaba en sus manos. Estaban las cinco juntas en el sótano. Marlene en el piso de arriba y la planta baja disponible para verlas pasar sigilosamente. Podrían llegar a la puerta sin tener que bajar la escalera que crujía fuertemente y delataba cualquier intento de cruzarla.
Solo tendrían que solucionar el problema de la puerta a la calle cerrada con llave. A lo mejor alguna ventana mal cerrada podría ser una alternativa.
Tessa, la más pequeña, derramaba lágrimas con cada palabra del plan de su hermana mayor. El miedo a ser sorprendidas por Marlene la consternaba.

- Tess. No va a pasar nada. Voy a subir yo sola. Voy a ver que esté todo bien, y las voy a venir a buscar. Sólo van a subir cuando sepamos que todo está bien.

Tess negaba con la cabeza.

- Si aparece Marlene, voy a decirle que estaba yendo al baño, nada malo va a suceder.

La pequeña niña, a sus seis cortos años y había aprendido y sabía que cualquier tropiezo con Marlene sería un castigo horrible para todas. Sus mejillas seguían siendo recorridas por lágrimitas que rodaban hasta caer en el frío suelo de piedra.

Se armó de valor y comenzó el ascenso por la sólida escalera del sótano. Sus tímidos pasos se sucedían temblorosamente. Pero intentó mantenerse lo más firme que pudo para tranquilidad de sus hermanas que la miraban con total atención entre las penumbras.

Luego de abrir la puerta con una lentitud y paciencia inquietantes, asomó su cabecita. La luz de la cocina estaba encendida. Escuchó como llenaban de agua la pava y la ubicaban sobre la hornalla, luego escuchó morir un fósforo.
Era muy riesgoso intentar cualquier cosa con ella en la cocina. Debería bajar y esperar, pero la falta de un reloj dificultaba sus cálculos.
Cerró la puerta lentamente, pero el pestillo acusador delató sus intenciones.
El click metálico se escuchó claramente.
Cami se congeló, su naricita se abrió, cual par de alas de ángel, para permitir la entrada del tan preciado aire. Sus labios temblaron.
Pronto se escucharon los furiosos pasos de su madrastra que abrió la puerta repentinamente.

- ¡¿Que te piensas que estas haciendo?!
- La extrañaba. - Respondió intentando sonreir.

Marlene se sorprendió con lo que escuchó.

- ¿En serio? ¿Y porque justo hoy me extrañas?
- Siempre me pasa. A todas nos pasa. - Acompañó sus palabras con un gesto de su mano que giraba hacia sus hermanas.
- Ustedes me quieren engañar. No les alcanza con que les de casa y comida. Siempre quieren algo más.
- Nada más queremos estar contigo.
- ¿Ah sí? Bueno, pero hoy no. - Cerró la puerta y el sonido de la llave terminó con sus ilusiones de escapar.

Bajó los escalones entre feliz y triste. No podía creer sus propias palabras. Menos aún, que la hayan salvado de un escarmiento desalmado y perverso.

- Yo no quiero estar con ella. - Dijo Tess juntando sus pequeñas cejas. - ¡Ella es mala!
- Shh, no digas eso. - Concepción, de ocho años, la callaba. Sabía que la respuesta de su hermana era una inteligente forma de salvar la situación.
- Tranquilas chicas. Connie, ya tengo otro plan.

Cuando giró mostrando a sus hermanas, también compungidas por estar lejos de su madrastra, vio desde la escalera que la ventana rota podría ser un escape. Sólo tendría que ver la forma de llegar hasta allí.
Con mucho cuidado apilaron todos los objetos y cajas que pudieron formando una precaria torre al pie de la ventana. Todavía faltaba un metro y medio para llegar.
No había nada más que utilizar, tendrían que arreglarse con eso.
Claudet, era un año menor que Cami, y de contextura bastante más pequeña. Ella era la encargada de subir y ayudar a sus otras hermanas menores a salir.
Se acomodó en la cima y Cami fue ayudando a cada una a subir desde abajo. La primera fue Connie, una vez afuera ayudó a salir a Tess y luego a Agustina, la del medio.
Sólo faltaba que salgan Cami y Clau. Se acomodaron las dos y Cami puso sus manos juntas para prestarle un punto de apoyo a su hermana. Ya estaba terminado de salir cuando el ruido de una tasa quebrándose contra el suelo las hizo girar su cabeza a la vez que tomaban un golpe de aire.

- ¡Pequeñas embusteras! ¡Quieren dejarme! ¡Y yo que venía a ver que todo estuviera bien para ustedes!
- ¡Rápido! ¡Rápido! - Cami apuraba la salida de su hermana. Todas gritaban y lloraban desesperadas. Solo unos segundos separaban a su hermana mayor de las garras de Marlene. Tendrían que volver a por su hermana y todo hubiera sido en vano.
- ¡Prométeme que las llevarás lejos! ¡No vuelvan por mí, yo las voy a encontrar! ¡Nunca más tendremos esta oportun...
- Ven para aquí. - Gritó Marlene al tiempo que la tomaba de la ropa y tiraba fuertemente hacia el suelo.

Cami cayó por sobre las cajas hasta el piso. Los relámpagos sacudían el cielo. El rostro enfurecido de Marlene con los ojos encendidos la hizo retroceder arrastrándose con sus manos hasta golpear la pared.
La violencia de un rayo fundió la veleta del techo de la casa en un fogonazo destellante que solo dejó oscuridad.

Ambas se quedaron estáticas. Las dos sabían la última posición de la otra. Pero la oscuridad abrigaba la posibilidad de Cami de escapar. La puerta había quedado abierta, si llegaba antes que Marlene, podría cerrarla por fuera y tendría sus preciados minutos para encontrar la forma de salir de la casa.

Otro tronar del cielo le regaló la petrificante imagen de Marlene a solo centímetros de ella, ya con sus huesudas manos extendidas hacia su cuerpo. Giró sobre sí misma y se levantó rápidamente. Un fuerte dolor le indicó que la caída no había sido libre de secuelas, la articulación de su pierna derecha sobre la cadera estaba comprometida.
Comenzó a subir la escalera cuando sintió que la tomaban de la ropa. Pero los gritos de Marlene dejaban saber que a su vez, alguien la estaban tomando a ella. - Habían vuelto a entrar Clau y Agus. - Se dijo a si misma en una dura confrontación contra la realidad. Ahora debería conseguir escapar y rescatar a sus otras dos hermanas también.
Se pudo soltar de las garras de Marlene. Miró hacia atrás y consiguió ver cuatro manitos que tiraban del camisón de Marlene, que cayó por la escalera de espalda, muy probablemente sobre sus hermanas. Podrían haber quedado heridas. La situación se complicaba más todavía.

Llegó a la puerta y la cerró, echó llave y miró hacia arriba. Todo el primer piso estaba en llamas. El relámpago que pegó en la veleta, encendió el techo de madera y la casa ardía como una hoguera. Una hoguera lista para cocer a una bruja.

Pronto comenzaron a caer pedazos encendidos. El derrumbe de la escalera despidió un calor abrasador. Cami corrió hasta la única ventana a su alcance y sin pensarlo arrojó una silla contra ella. Los vidrios reventaron y afilaron sus cortantes astillas. Pasar por ahí podría ser muy peligroso. Casi todo el piso de la planta alta cayó en una explosión de chispas y brasas.
En su deseperación tuvo un momento de lucidez y abrió la ventana que no tenía más que una perilla por traba y saltó hacia afuera. Detrás de sí escuchó como terminaba de quebrarse la estructura. Tenía muy poco tiempo para correr hacía la ventana del sótano para intentar rescatar a sus otras dos hermanas.
Pero no pudo, el calor la empujaba varios metros lejos de la casa. Con horror comprobaba como sus dos hermanas morían aplastadas por una montaña de fuego ardiente.
El dolor no le entraba en su cuerpito. Cayó sobre sus rodillas. No sabía como seguir.
Pronto sus hermanas la encontraron y la abrazaron. Las cuatro.

- ¿Pero como? - Dijo entre sollozos, lágrimas y un limón atorado en su garganta. - Ustedes dos estaban en el sótano. Yo las vi.
- Desde la ventanita vimos lo que pasó, pero no éramos nosotras dos...


Nota: Inspirado por una mujer. Dedicado a otra.

martes, 11 de enero de 2011

La gente no(?) cambia

¿La gente cambia? ¿Se puede cambiar?
El otro día me dijeron “estás muy cambiado”. No creo que mi corte de pelo haya tenido nada que ver con esa impresión.
La verdad es que creo que soy el mismo. Quizá un poco más en control de ciertas emociones. Quizá me estoy conociendo un poco más y entiendo mejor que es lo que me pasa. Quizá estoy consiguiendo bajar mi ansiedad que me juega carreras. ¿Pero cambiar? ¿Pasar a ser otro?

Escuché muchas veces que la gente no cambia. A lo mejor aprenden a disimular. Podría decirse también que aprenden a esconder. Pero eso no es cambiar.

Lo que si se puede y es copado es mejorar, crecer, aprender. Que en definitiva son cosas que siempre pudimos hacer, solo que el momento llegó cuando llegó. A veces tarde, a veces temprano. Hoy somos en potencia lo que vamos a ser mañana.
Por supuesto que si crecés, cambiás. El crecimiento implica cambio. Pero ese “cambio” es sobre tu propia línea, es avanzar un casillero sobre tu propio juego, sobre quien ya sos vos. No cambiás y ahora sos otro. Evolucionás sobre tus posibilidades, o involucionás, nunca se sabe. Pero siempre sos vos. Y eso está bueno. No se quién realmente querría cambiar y ser otro. He conocido gente en mi vida en posiciones envidiables, pero yo no quería ser ellos, yo quería ser yo con ciertas cosas que veía en ellos.

Y ojo, estos “cambios”, no son fáciles de lograr. Puede que esa sea la razón de porque se dice que la gente no cambia. Conseguir mejorarse cuesta tiempo y esfuerzo, que sólo se aplican si se tiene disciplina o una necesidad de fuerza mayor, pero siempre va a necesitar tiempo y esfuerzo, dos cosas difíciles de conseguir (ya pregunté, en la farmacia no tienen).
¿Cambiar?... no sé.... ¿Mejorar?... seguro.


lunes, 10 de enero de 2011

Sharbat Gula

Año nuevo, vida nueva. Vida nueva?

No creo que duden que la pregunta en el título de este post es retórica.
La pregunta que si es auténtica es ¿porque pensamos que un año nuevo nos va a traer una vida nueva? ¿Hay algo mal en nuestra vida que debe ser dejado atrás y el 1 de enero a la mañana (porque la noche es para la joda) ya podemos empezar nuestra nueva y purificada vida?
¿Nunca te pasó que cuando empezás un cuaderno nuevo tratás de ser más prolijo de lo que habías sido con el anterior? Es como si cuando empezáramos algo nuevo, nos dieran ganas de hacer todo bien, como si antes, por alguna razón, no lo hubiéramos hecho.
El otro día un amigo que está empezando una relación me soltó al pasar, mientras fantaseaba con ella: “quiero hacer todo bien, que todo sea perfecto”.
Entiendo totalmente a que se refiere y seguro que vos también. Quiere mantener esa clima de cosa linda, que muchas veces con el tiempo y el descuido, se va ensuciando.

El tema es que ese año nuevo, lleno de promesas y oportunidades, a los 4 o 5 días de empezado, se convierte en un año más, como cualquier otro. Otra vez soy yo mismo, el de siempre, con mi misma desprolijidad de antes. Sigo siendo yo mismo, con otra fiesta de año nuevo en mi haber, pero sigo siendo yo mismo. Sigo haciendo las mismas cagadas y sigo escribiendo tan desprolijamente, o no, como venía escribiendo antes. El año es nuevo, yo soy el de siempre.

Ya sea un año nuevo, un cuaderno nuevo, o porque no, un día nuevo, es siempre una oportunidad de cambiar esas cosas que ensucian nuestras hojas. Cada hora, minuto y hasta cada segundo nos regalan la posibilidad de cambiar eso que hacemos que no queremos seguir haciendo.
Ese regalo está envuelto, el tema es si tenemos ganas y el valor de abrir el paquete y ponernos el regalo, usarlo y aprovecharlo, en vez de meterlo al final del ropero y dejarlo ahí hasta que se pase de moda.

No esperes el año nuevo para hacer eso que siempre quisiste hacer.
Mañana nunca llega, hoy es tu día.

sábado, 8 de enero de 2011

El árbol de la sabiduría del bien y del mal

Cito:

"Y Dios impuso al hombre este mandamiento:

De cualquier árbol del jardín puedes comer,

mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás,

porque el día que comieres de él,

morirás sin remedio."


Génesis, Capítulo 2, versículos 16 y 17.


Ésta es buenísima. A ver si estoy bien.
Dios les dijo a Adán y Eva que no coman del árbol de la sabiduría del bien y del mal porque estaba prohibido. En su discursito sentenció al final que si desobedecían la orden, ciertamente morirían. Pero hasta que no coman del árbol e incorporen su conocimiento, no saben lo que es el bien y el mal. Menos que menos viviendo en el edén donde por contraposición, o mejor dicho por la falta de ella, no pueden saber que es el mal.

Osea que además de dárles el don de la curiosidad, les extendió una prohibición que no eran capaces de respetar. Porque al violar esa regla y “portarse mal”, estaba teniendo un comportamiento que no podían juzgar como incorrecto, debido, como ya dije, a su desconocimiento de que eso podría estar mal. O tan siquiera del concepto que el mal representa.
Se supone que Dios puso el árbol ahí, no para tentar, cual demonio manipulador (apréciese la ironía), sino para brindar a la feliz pareja la posibilidad de elegir. Pero claro, si no te conceden las facultades para poder elegir correctamente, ¿cuán verdaderamente libre sos de elegir?
Por otro lado, por cada día que pasaba y ellos no comían de ese árbol, si comían del árbol de la vida, estaban volviendo elegir “no comer”, pero con una sola vez que eligieron “si comer”, se fue todo al demonio.

Además ¡de los errores se aprende viejo! ¿Que es esto de bajar la guillotina a la primera? Si me decís que lo hicieron dos veces, o tres, que ya es la vencida, vaya y pase.
Pero a la primera es mala onda me parece.
No digo que la vida (o su creador) me haya regalado la experiencia de tener los mejores padres del mundo mundial, pero sin duda que tuvieron más paciencia conmigo que el quetejedi.
Todo esto iba a o derivaba, vaya uno a saber, de comparar a un bebé en gestación en el seno materno con la existencia en el edén. En el seno materno no tiene frío, nunca llega a tener hambre, no hay amenzas, miedos, etc y cuando se nace “en pecado”, como si nos hubiéramos comido todas las manzanas del cajón de frutas de la heladera de Dios, somos expulsados a un mundo cruel. ¡El paraíso perdido! Me resulta una analogía bastante interesante. Pero más aún sin comparamos esto con la expulsión del edén que acarreaba la muerte, o al menos la mortificación. Podríamos decir entonces que nacer es morir, o por lo menos, comenzar a hacerlo. Justito desde el momento en que nacimos.

¡No se que hago escribiendo esto cuando tendría que estar viviendo el tiempo que me queda antes de morir! Mejor me voy a mover el esqueleto y tomarme unas sidras...

EDIT 13/01/2011: