La búsqueda

En cualquier momento lo iba a encontrar. No quedaban muchos más lugares donde buscarlo.

Desde que tenía 20 años que lo estaba buscando, siempre supo que eso era lo que él quería. Estos 50 años de incansable búsqueda no fueron en vano, porque ya estaba muy cerca.

"Una vez que lo encuentre, todos me van a adorar, van a querer estar conmigo y escuchar todas mis aventuras".
Todo iba a ser como siempre se lo imaginó. Como tenía que ser.

La fortuna que heredó de su familia estaba agotada, ya no quedaba nada. Pero eso no importaba. Ni siquiera importaba esa sensación incómoda que sentía cuando ese extraño en el espejo lo miraba en forma desconfiada.
Todo eso se iba a arreglar.

Repasaba sus aventuras en la cabeza para tenerlas listas cuando tenga que contarlas, lo raro era que no las sentía como suyas, aunque lo fueran. Su atención estaba en encontrar lo que buscaba y no podía distraerse atendiendo los eventos triviales que lo rodeaban, no podía darse el lujo de relajarse si quería conseguir lo que buscaba.

Pero su corazón no tenía el mismo coraje que él y dejó de hacer lo que hizo toda su vida incansablemente. A pesar de nunca haber tenido un lugar en sus aventuras, lo acompañó en todas. Siempre esperando su momento.
Era difícil encontrarle sentido a la vida cuando se buscaba en el lugar equivocado.