lunes, 28 de febrero de 2011

El Gato

Resulta que iba un señor en su auto por un camino de tierra, cuando sintió que algo estaba "raro".
Bajó a mirar y tenía una rueda pinchada.
Sin mucho preámbulo abrió el baúl y para su asombro, comprobó que le faltaba el gato.

A unos doscientos metros se veía una casa. Si dirigió hacia ella.
Por el camino empezó a pensar como podría ser que no esté el gato, y eso lo llevó a pensar en que explicación daría para pedir uno.
La verdad es que ya eran cerca de las 12 de la noche, no era tan temprano. Y pedir un gato es algo raro, salvo que tenga auto, no es probable que tenga uno. En una de esas se cree que soy un ladrón y me llena de plomo sin dejarme hablar. Aparte a lo mejor se quiere aprovechar y pretende cobrar el alquiler de la herramienta. Ni hablar si después aparece algo roto y me lo quiere cobrar en entero a mi. Estos son más vivos, te ven cara de la ciudad, a la primera donde pueden te sacan guita sin dudar

"toc toc"

La puerta se abre

- Sí, dígame. ¿En qué lo puedo ayudar?
- ¡¡Nada!! ¡Metete el gato en el culo!


Me lo contaron el otro día y me pareció una forma graciosa de ilustrar el post de hacerse películas


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