sábado, 8 de enero de 2011

El árbol de la sabiduría del bien y del mal

Cito:

"Y Dios impuso al hombre este mandamiento:

De cualquier árbol del jardín puedes comer,

mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás,

porque el día que comieres de él,

morirás sin remedio."


Génesis, Capítulo 2, versículos 16 y 17.


Ésta es buenísima. A ver si estoy bien.
Dios les dijo a Adán y Eva que no coman del árbol de la sabiduría del bien y del mal porque estaba prohibido. En su discursito sentenció al final que si desobedecían la orden, ciertamente morirían. Pero hasta que no coman del árbol e incorporen su conocimiento, no saben lo que es el bien y el mal. Menos que menos viviendo en el edén donde por contraposición, o mejor dicho por la falta de ella, no pueden saber que es el mal.

Osea que además de dárles el don de la curiosidad, les extendió una prohibición que no eran capaces de respetar. Porque al violar esa regla y “portarse mal”, estaba teniendo un comportamiento que no podían juzgar como incorrecto, debido, como ya dije, a su desconocimiento de que eso podría estar mal. O tan siquiera del concepto que el mal representa.
Se supone que Dios puso el árbol ahí, no para tentar, cual demonio manipulador (apréciese la ironía), sino para brindar a la feliz pareja la posibilidad de elegir. Pero claro, si no te conceden las facultades para poder elegir correctamente, ¿cuán verdaderamente libre sos de elegir?
Por otro lado, por cada día que pasaba y ellos no comían de ese árbol, si comían del árbol de la vida, estaban volviendo elegir “no comer”, pero con una sola vez que eligieron “si comer”, se fue todo al demonio.

Además ¡de los errores se aprende viejo! ¿Que es esto de bajar la guillotina a la primera? Si me decís que lo hicieron dos veces, o tres, que ya es la vencida, vaya y pase.
Pero a la primera es mala onda me parece.
No digo que la vida (o su creador) me haya regalado la experiencia de tener los mejores padres del mundo mundial, pero sin duda que tuvieron más paciencia conmigo que el quetejedi.
Todo esto iba a o derivaba, vaya uno a saber, de comparar a un bebé en gestación en el seno materno con la existencia en el edén. En el seno materno no tiene frío, nunca llega a tener hambre, no hay amenzas, miedos, etc y cuando se nace “en pecado”, como si nos hubiéramos comido todas las manzanas del cajón de frutas de la heladera de Dios, somos expulsados a un mundo cruel. ¡El paraíso perdido! Me resulta una analogía bastante interesante. Pero más aún sin comparamos esto con la expulsión del edén que acarreaba la muerte, o al menos la mortificación. Podríamos decir entonces que nacer es morir, o por lo menos, comenzar a hacerlo. Justito desde el momento en que nacimos.

¡No se que hago escribiendo esto cuando tendría que estar viviendo el tiempo que me queda antes de morir! Mejor me voy a mover el esqueleto y tomarme unas sidras...

EDIT 13/01/2011:


1 comentario:

  1. Adan estuvo perfecto. Que la Chupe el barba. Si me das a elegir vivir en ese lugar de mierda o echarle un polvo a Eva, ni lo dudo, la clavo como una estaca.

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