martes, 4 de enero de 2011

Hacer hoy si me preocupa mañana.

Hace varios días, semanas o meses tal vez, estuve hablando con un amigo con el que suelo hablar de boludeces, pero como voy a contar ahora, hay veces que hablamos de cosas más serias que las boludeces, que para nosotros no son tan boludez, pero al margen.

Lo que él me decía era lo preocupado que estaba por su futuro y el de su familia, de la cual se siente responsable, aunque no el único responsable, ya que por suerte tiene una pareja con la que apoyarse mutuamente. Bah, por suerte, esas cosas no son por suerte.

Después de escucharlo y tratar de entender el origen de su preocupación me di cuenta que no era que él estaba haciendo las cosas mal. Tiene un trabajo que se toma en serio y con responsabilidad, pero que no le permite un crecimiento ni económico ni personal, por lo menos en las condiciones en las que se estaban presentando las cosas en ese momento.

Estuvimos hablando más y le expliqué como veía yo las cosas. Sorprendentemente me encontré una negativa muy fuerte a aceptar o contestar algo respecto de mi opinión sobre la situación.
Por un momento me hice el distraído y le seguí la corriente por el nuevo y completamente distinto tema que trajo a la conversación.
Era como si el otro tema del que él tan seriamente me había hablando, ya no importara. De hecho, como si esa conversación no hubiera tenido lugar. Mucha atención para presentar su problema, pero una negativa total para escuchar la solución que yo veía. Vaya... ¿será un problema que no quiere tener que solucionar y prefiere la incómoda comodidad de tener que aceptarlo y listo?

Lo más prudente me pareció que era subirme en ese nuevo barquito que me proponía y seguir otro rumbo, navegar contra la corriente es complicado. Preferí pensar un poco más en su problema y esperar el momento apropiado.

El tiempo pasó, pero este tema ya se había subido a la calesita de ideas que dan vueltas en mi cabeza. Digamos que tengo dos calesitas. Una es la ideas o pensamientos positivos, como buscar una solución a un problema, un negocio, un proyecto, etc. La otra es la obsesiva, donde a diferencia de la otra, yo no subo ideas o pensamientos, éstos se suben solos (prefiero pensarlo así :P). Y te digo que bajarlos de ahí cuesta eh, son como un chiquito malcriado que siempre quiere dar una vuelta más.
La cuestión es que no me gustó ver a mi amigo así, preocupado por un problema que el mismo cree que no puede solucionar. Él no tiene el problema, el problema lo tiene a él.
Como está tan seguro de que no puede hacer nada, entonces no hace nada. Sólo sigue con su trabajo y su vida intentando no pensar en lo negro que es su futuro, o por lo menos, un futuro condicionado.
Hablando con mi tío, otra vez, le conté la situación y la amasamos un poco, a ver que formas podía tomar y de que manera la podíamos entender mejor. Bueno, a ver que forma yo la podía entender mejor, la verdad es que él cazó al vuelo por donde venía la mano.

Si ves un futuro negro, ya sea en general o de algún tema en específico, lo más probable sea que estés haciendo algo mal hoy. Pero más negro lo vas a ver cuando el tiempo siga pasando y vos no hagas nada para cambiarlo. Pero aún sin además de no hacer nada para cambiarlo, te resignás a que ese va a ser tu destino. Lo bueno de todo esto que ninguna de estas cosas debe solucionarse todas en un día.
Si dudás mucho si vas a poder o no hacer o solucionar algo, quedate tranquilo, no vas a poder. No dudes más.

El toro hay que tomarlo por las astas. Cada uno es dueño y responsable de su vida, incluso de no cerrarse las puertas así mismo.
Primero que todo no tomarse las cosas demasiado seriamente, después de eso, no crearse unas expectativas formidables de cosas que no se sabe como van a resultar, también agrego no tenerle miedo al cambio. La tormenta más negra se puede cruzar si se tiene una brújula.
Si la ruta por la que vas termina en un horizonte negro, entonces a lo mejor el problema no está en el horizonte, si no en el camino que estás siguiendo. Sacá la patita del acelerador, ponela en el freno, sacá tu mapa, tu brújula y agarrá un camino nuevo que te lleve a un destino mejor.
Con un GPS matás dos pájaros de un tiro.

1 comentario:

  1. Claro, muy cierto ... mi problema es que tengo mi GPS, pero sin batería y sin configurar ...

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